No sé si te soñé

Me quedé a solas con tu recuerdo congelado en mis retinas. Aquel gesto de complicidad suave que nos hacía únicos ante el resto de la gente, qué quedó de todo aquello. Ahora miras hacia mí y no me ves y, aunque quisieras, mi reflejo ya no te alcanzaría. Saliste de mi espejo y me quedé solo ante él, con esa soledad que endurece mis facciones, que me estira, que me enseña.

Vuela una vez más el momento en que creo reconocerme a mí mismo en mi relato, pero al momento puedo verte a través de los ojos de tantas personas que siento vértigo. Eres copia de algo vivido una y otra vez por gente que no pudo olvidarte del todo, como me pasa a mí ahora. Tienes algo de perpetuo siendo algo tan efímero que mi voz, cuando cree pronunciar tu nombre, se traba entre las sílabas de aquellos besos de difícil pronunciación. Y ya no sé si te soñé o si tan sólo fuiste aquel sueño que siempre quise haber soñado.