Distancias

Acércate a quien no te hable de reinos sino que rompa los muros y te ofrezca lo poco que tiene. A quien te elija, quien te prefiera. Elije a quien te divierta, quien te aleje del drama. Que no escape cuando vengan las sombras. Acércate a quien te proteja y huye de quien te sobreproteja. A quien te haga crecer, de quien puedas aprender algo. Quien no te imponga su forma de pensar. Quédate al lado del loco y comparte tu locura con él. Huye de quien se escuda en lo espiritual o lo metafísico para hacer daño o para evitar sus consecuencias. Acércate a quien viaje contigo y no a quien te cuente sus viajes. A quien te erice la piel con un susurro y no busque tan solo seguidores. Huye de quien te haga ser una persona que no eres. De quien entienda las relaciones entre personas como un «arriba o abajo» y no como «cerca o lejos». Acércate a quien tu brillo no estorbe, a quien sepa cuando estás sonriendo o llorando sin necesidad de verte. Y dale la mano y caminad juntos y ya no habrá nunca más necesidad de distancias.

La segunda oportunidad

Me dicen que has llorado. Que el pijama que te dieron te viene grande. Que has conocido a otro bipolar que no soy yo. Me dicen que estás volviendo a aprender a volar sin alas. Que se te dibuja una sonrisa que habla de todo lo que pasamos juntos. Que es respeto y un saber querer lo que hace que sigamos hablando, a pesar de las despedidas. Me dicen. Que, aunque algo tenga que permanecer dormido, nosotros nos veremos -en condición de tú y de yo- en aeropuertos que no entienden de despedidas . Y, aunque la vida haya decidido por nosotros, mereces que se te erice la piel con alguna canción o con algo escondido solo para ti en el trayecto al trabajo. Eso que te hace atarte un pañuelo en la cabeza y reír como si no hubiera un mañana mientras haces la casa. Yo quisiera ponerme otro pijama verde y compartir contigo el olor de las sábanas blancas y duras y frías. Porque, aunque me dicen que todo es complicado, y aunque nuestras historias se hayan bifurcado, volvería a caminar nueve horas en el reloj para aceptar tu solicitud de amistad de nuevo. Cuando abras los párpados ya no olerá a desinfectante y tu piel tendrá la escarcha del alba. Me dicen que es de barro mi vida y que es breve el momento, que añorar no es suficiente, que es hermoso soltar el globo y verlo ser libre de nuevo. Y que la vida entiende de oportunidades, de cosquillas y de poesía. De aviones y de momentos. De amor. De viento.