Por ahora…

solventana

Escondido tras los lengüetazos de sol en la ventana me acerco a esta otra parte de tu alma. Abro el libro por cualquier página y tu nombre aparece dulce y bien trazado. De nuevo guías mis azarosos renglones y me acaricias con tu forma de ver las cosas, siempre limpia, a veces susurrante.

Te buscaré una y otra vez entre nubes de tardanza, acostumbrada en tus sueños a hacer las cosas despacio, a tu modo. Ese modo que me impacienta y que me hace moverme en la cama mientras te imagino a mi lado en esas mañanas como de mármol.

Mientras tanto tu casa me sirve de refugio y, aunque podría, no quiero escaparme. Quiero ser atrapado una y otra vez en las redes de tu reloj y perder la consciencia arropado por tus sábanas. Quiero, pero no puedo, escalar montañas al amanecer y dejarme caer entre las nubes de una ilusión que muere cada tarde. Tú me acercarás a lo más alto y me ayudarás a subir peldaño a peldaño la escalera de lo inimaginable. Al menos para nuestros párpados, al menos por ahora.

Deja un comentario